Un nuevo 4 de abril nos encuentra en la calle, exigiendo justicia completa, a 12 años del fusilamiento del compañero Carlos Fuentealba.
Desde el Sadop, recordamos al compañero en otra jornada nacional de lucha.
En 2007, el neoliberalismo tardío que promovía Jorge Sobisch no tenía otra forma de imponerse sino por medio de la represión. El disciplinamiento que se buscaba es el mismo que intentan hoy el Gobierno. La criminalización de la protesta social, la violencia estatal, la falta de paritaria nacional docente o una justicia laboral que se pone del lado del más fuerte, son claros ejemplos de avance sobre nuestras conquistas.
El modelo de ajuste que plantea el FMI, y que acata obediente el ejecutivo nacional, necesita un pueblo sumiso. No obstante, las y los trabajadores hemos demostrado, a lo largo de nuestra historia, la capacidad de resistencia pero, por sobre todas las cosas, una creatividad constante para fortalecernos.
La exigencia de justicia completa, de cárcel a Jorge Sobisch es reconocer que el asesinato de un docente, de un trabajador, es un crimen de Estado, un ataque a la democracia y a la sociedad en su conjunto. Solo en la unidad, la organización y la participación, está la respuesta para que el reclamo se haga carne.
Carlos Fuentealba, presente
